
Desde sus ventanas se divisa una gran roca acostada en la falda del monte Karabo, que tiene el nombre de Mellera (de mellis=miel), sobre la que se asienta una ermita del siglo XII con el mismo nombre.
Desde sus ventanas se divisa una gran roca acostada en la falda del monte Karabo, que tiene el nombre de Mellera (de mellis=miel), sobre la que se asienta una ermita del siglo XII con el mismo nombre.